La historia - Alcamo
Después haber conquistado Segesta, los Elimos se establecieron también sobre el Monte Bonifato que con sus 826 metros de alto, les permitía de protegerse de los enemigos. Pero cuando Segesta fue conquistada por los Romanos, la posición del monte perdió su importancia estratégica.
En 827 los Árabes construyeron un pequeño castillo sobre el monte y una guarnición en la valle que fue nombrada como su emir, Al-Qamah, de donde procede su nombre actual. El primero documento oficial en que se menciona la ciudad habla de un mazil (caserío), rodeado de terras fértiles. Durante el período normán, los Árabes se alejaron gradualmente de la zona y los habitantes del monte se transferiron en el caserío. En la población se difundió el catolicésimo.
Sólo con el dominio Aragonés, Alcamo se transformó en una verdadera ciudad. Resistió a las incursiones de los piratas, se construyeron las murallas con 4 puertas y se pensó a un centro urbano que pudiera acojer unos 3000 habitantes entre quien había muchos inmigrados de todas partes de Italia. Aumentaron los intercambios comerciales y Alcamo fue, junto al resto de Sicilia, el granero de donde la monarquía sacaba sus reservas alimentarias. También Carlos V pasó por aquí y en su honor una de las viejas puertas fue cierrada y se abrieron otras cuatro.
Tras la segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVII la ciudad fue afectada por la peste y al final los Condes de Módica la vendieron al Principe de Roccafiorita.
Alcamo dio su contribución al Resurgimiento italiano con la participación de muchos jovenes a los intentos insurreccionales y de aquí Garibaldi de proclamó dictador de Sicilia.
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