Los Mitos - Erice
El mito de Venus - El culto de esta divinidad con el pasar de los siglos y de las dominaciones tuvo nombres diferentes. El culto fenicio de la diosa Astarté fue transformado en aquello de Venus por los romanes.
Se trataba de un culto muy particular y tal vez incomprensible que incluía la cría de las palomas sagradas y la prostitución sagrada en el templo. Miles de peregrinos cada año llegaban al sanctuario en ocasión de la salida de las palomas sagradas de la diosa que iban hacia África, a Kef, donde estaba un sanctuario gemelo y volvían nueve días después. Durante este período en Erice se celebraban grandes fiestas.
El mito de Venus era siempre más conocido por la prostitución sagrada de las Ierodule (las sacerdotisas de Venus). Comerciantes y navegantes de todo el Mediterráneo llegaban allí para disfrutar de la compañía de las bonitas sacerdotisas de Venus que a través de considerables ofertas ofrecian la protección de la diosa.
La estela de Anquises - Enea en su viaje para huir de Troia se paró en casa de Acestes que le ofreció su hospitalidad. A lo largo del litoral del territorio de Erice, cerca del promontorio de Pizzolungo, Eneas pudo enterrar dignamente su padre Anquises. En su honor se erigió la estela de Anquises. En ocasión del primero aniversario de su muerte Enea organizó los Ludi, unas competiciones deportivas que Virgilio describe muy precisamente en su Eneida.
El mito del Caballero Julián - Después la caída del imperio romano Erice desaparece de los documentos historico. Volvemos a encontrarla sólo en el siglo XII: según fuentes árabes existe una ciudad llamada Gebel Hamed propio allí donde tendría que estar Erice. En 1076 d.C. el Conde normando Ruggero II asedia a las poblaciones musulmanes del monte. Por la madrugada, durante una oración de buen agüero para la victoria, él soño en el Caballero Julián montando un caballo blanco, con armas relucientes, capa roja y un halcón en su mano izquierda metiendo en fuga a los musulmanes.
Gebel Hamed se convierte en territorio normando y en honor del Santo en 1167 cambió su nombre por “Monte San Julián”.
Erice y Hercules - Según la leyenda la zona era gobernada por el semidiós Erice, hijo de Butes, uno de los compañeros de Ulises, y de la diosa Afrodita. Cuando Erice supo que Hercules estaba en sus territorios quiso desafiarle para establecer quien era el más fuerte. Si Erice hubiera perdido, él habría dado sus territorios a Hercules. En caso contrario Hercules habría dado a Erice las vacas sagradas que llevaba consigo. La fama de Hercules era verdadera y él acabó derrotando Erice. De todas maneras Hercules continuó su viaje dejando el reino de Erice a sus mismos habitantes.
Dédalo y Minos - Dedalo se refugió en Sicilia invitado por el rey sicano Cócalo después haber escapado de Creta donde Minos queria matarlo porque había dado a su mujer Parsífae la vaca de bronce. Cuando Minos supo que Dédalo estaba en Sicilia, pidió a Cócalo que se lo entragase. Él dijo que lo habría hecho pero en realidad lo mató antes en un baño con agua hirviendo. Los cretenses que habían acompañado el rey antes de volver a su patria lo enterraron y sobre su tumba construyeron un templo dedicado a Afrodita. Algunos piensan que este templo sea lo de la diosa Venus Ericina.
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